viernes, 10 de febrero de 2017

Pensando que lo que pienso es cierto


Lo que pienso es  una opción
Pocas veces me detengo a pensar de dónde viene esto que pienso.
No hay duda  de que si lo pienso es que está en mí, en mi cerebro,  y como tengo en tan alta estima a mi pensamiento, no pongo en duda  que lo que pienso es un hecho, y como un hecho no se puede cambiar, no dudo de que lo que pienso es cierto.
Y sin embargo, en el fondo, sé que no es así, porque no siempre he pensado de esto, lo mismo que hoy pienso.

¿Puede ser entonces que lo que ayer pensaba, y di por cierto, no fuera real,  y que lo que hoy pienso si lo sea?

¿Cabe la posibilidad de que viendo lo inconstante de mi pensamiento, ninguno de los dos sea un hecho y por lo tanto ninguno de los dos sea cierto?

¿Estoy dispuesta a considerar que todo aquello que afirmo no es más que fruto de un parecer, que mi pensamiento es sólo una opción, una elección, y que como tal no tiene categoría de verdad?

Si es así,  ¿Quiero ver lo que se esconde detrás de cada pensamiento?