SUEÑA
El futuro será presente cuando le llegue su Ahora, y mientras su Ahora llega: SUEÑA, cree, crea.
Es posible que ahora estés, donde un día imaginaste. Las decisiones que ayer tomaste, te han llevado a donde estás.
Todo lo que tú posees es un sueño realizado. Para que algo suceda primero hay que imaginarlo.
IMAGINA hoy lo que quieres conseguir en el futuro. Pon en ello tu deseo para que el corazón marque el rumbo.
DESEA la vida que sueñas, en este preciso momento. El deseo es el motor que activa tu pensamiento.
Y si de pronto la vida, da un giro inesperado, quizá sea la ocasión de revisar lo soñado.
Los sueños forman parte de la naturaleza
humana. Gracias a ellos exploramos nuestros límites, los traspasamos, avanzamos, creamos, progresamos…
Al soñar, al imaginar, de forma
consciente y voluntaria, qué es lo queremos conseguir, o hacia dónde queremos
dirigirnos, sacamos a la luz nuestras aspiraciones, nuestros deseos y anhelos
más profundos, y con ellos también nuestras dudas, nuestros miedos e
inseguridades… Todo ese contenido que hemos ido almacenando durante años, fruto de las
equivocaciones y desilusiones del pasado, de antiguos patrones y creencias, de
estereotipos, normas, reglas, hábitos, de juicios, propios y ajenos.
A veces esa losa es tan pesada que hace
que desistamos, incluso antes de haberlo intentado, etiquetando a nuestros
sueños de “imposibles”, de “inalcanzables”, de “pura ilusión”, convenciéndonos
de que aquellos que los llevan a cabo, están dotados de algo de lo que nosotros
carecemos, ya sea habilidades, talentos, preparación, influencia, dinero… Cualquier excusa es válida para tirar la toalla.
Ahora
bien, si eso fuera así, si hacer realidad los sueños sólo fuese patrimonio de unos pocos: ¿por qué sigues soñando? … Deja que sea tu voz
interior la que te de la respuesta.
Atrévete.
Persigue tus sueños.
Sólo
tienes esta vida para ser lo que sueñas,
y
esta Vida es Ahora.
Ejercítate: Pon a prueba tu imaginación. Define tus sueños. Coge papel y lápiz. Haz una
lista con todo aquello que deseas conseguir, a corto, medio y/o largo plazo, en cualquier ámbito de tu vida: personal, espiritual, profesional, social, económico...
Quizá sea bueno, para motivarte, que
empieces primero con lo que ya has conseguido. A veces prestamos tanta
atención a lo que nos falta, que olvidamos, o menospreciamos, los
retos superados, las lecciones aprendidas, los logros obtenidos.
No importa si tu situación actual no es
la que un día deseaste. En algún momento lo fue.
Ahora, escribe al lado lo que te
gustaría tener, hacer, cambiar, vivir, de cara al futuro... Sé todo lo descriptivo que puedas. Recréate en
ello. No te limites. Imagina, explora, sueña.
Recuerda
Vivir plenamente el presente no implica que abandones tus sueños.
Soñar te ayuda a afrontar tus temores, a explorar tus límites, a elegir tu camino.
Al soñar desarrollas tu potencial, aumenta tu creatividad, tu energía vital.
Seguir tus sueños te enfoca en el Ahora: te mantiene vivo , alerta.
Soñar te da el poder de crear la realidad que deseas.
“De
nuestros miedos
nacen nuestros corajes,
y en nuestras dudas
viven nuestras certezas.
Los sueños anuncian
otra realidad posible,
y los delirios otra razón.
En los extravíos
nos esperan los hallazgos
porque es preciso perderse
para volver a encontrarse.”
Eduardo Galeano
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