"Somos aquello que pensamos ser" Buda

CUARTO EJERCICIO. AFIRMA "YO SOY..."

Yo soy la Alegría, Yo soy la Paz, Yo soy el Conocimiento, Yo soy la Salud, Yo soy la Energía, Yo soy la Abundancia, Yo soy la Felicidad, Yo soy la Luz, Yo soy el Amor...

Repite mentalmente "YO SOY..." seguido de aquello que más resuene en tu interior.
Afirma "YO SOY...", y deja que la energía de ese pensamiento fluya dentro de ti, y a través de ti.
No opongas resistencia. Cierra los ojos y repite "YO SOY...", tantas veces al día como puedas.
Siéntelo.

La felicidad es fruto de un pensamiento feliz.

"Si los diplomáticos cantaran, no habría guerras" Chavela Vargas

TERCER EJERCICIO. CANTA.

Cantar conecta el pensamiento con el corazón, y el corazón con el pensamiento. No se puede pensar en otra cosa, ni decir otra cosa mientras cantas. Cuando cantas el centro de atención y de intención está en cantar. En cantar lo que cantas. No hay espacio para más.
Elije una canción que te alegre el corazón y cántala.
Deléitate. No importa cuánto afines. Canta. En voz alta, a media voz, musitando o tarareando. Repite sólo una estrofa, o todo el estribillo. Donde quiera que estés, tantas veces como quieras. Canta.

Y comparte la letra de tu canción para que entre todos compongamos nuestro "Mix de la felicidad".

La felicidad es la más bella banda sonora que puedes poner a tu vida.

"Me gusta la gente que con su energía contagia" Mario Benedetti

SEGUNDO EJERCICIO. DI ALGO AMABLE, O BONITO, O ALEGRE.

No pierdas la ocasión. Desde que te levantas hasta que te colocas en posición para dormir, el día anda regalándote oportunidades de poner en práctica este ejercicio. No estamos solos, aunque a veces lo parezca. Lo que es bueno para tu corazón, también lo es para el mío. Ejercita el contento hasta convertirlo en un hábito.

Di algo amable, o bonito, o alegre. Saluda a tu vecino/a con intención, y espera a que él/ella lo haga. Pregúntale a tu compañero/a de estudios, de trabajo, de compras, de paseo, por aquello que sabes que le gusta o le preocupa. Agradece la ayuda o el servicio prestado al enfermero/a, al dependiente/a, al cajero/a... Si lleva una placa con su nombre, llámalo por su nombre... Lo que quieras, a quién tú quieras, tantas veces como quieras. Y no olvides, los ejercicios no son excluyentes: acompaña tus palabras con una maravillosa sonrisa.

La felicidad es acumulativa. Cuánto más la entrenas, más la sientes, cuánto más la sientes, más la contagias, cuánto más se contagia, más grande se hace y más se expande.

"Nunca te olvides de sonreír, porque el día que no sonrías, será un día perdido" Charles Chaplin.

PRIMER EJERCICIO:  SONRÍE.

Así de sencillo.Sólo eso. Sonríe. No busques un motivo. Durante esta semana: sonríe. 
Estira la comisura de los labios hasta donde alcancen. Una, dos, tres... todas las veces que puedas. 
Si eres de mente olvidadiza cámbiate el reloj de muñeca, el anillo de dedo, el zapato de pie, -es broma-. En la calle, en el coche, en el trabajo, en el supermercado, frente a la pantalla del ordenador, o del televisor, párate, y sonríe. 
Y si eres de los que gustan ir un pasito por delante comparte tu experiencia. 
Cuántos más seamos "los contentos" mejor. La felicidad es contagiosa.