DÉCIMO EJERCICIO. MÍMALES
No hay nadie en el mundo como él/ ella/ ellos. Son especiales, y no sólo se merecen algo especial. Se lo merecen todo.
Recuerdas lo que contestaste a: ¿Cómo te gustaría que te tratasen hoy? ¿Qué querrías que te dijeran? ¿Qué desearías que hicieran por ti, para ti, contigo?...
Tu respuesta es su respuesta. Somos uno.
Empieza el día dedicándoles la mejor de tus sonrisas, antes o después de dedicártela a ti, diciéndoles algo bonito, antes o después de decírtelo a ti.
Mímales.
No pierdas la ocasión de alabar sus virtudes, sus habilidades y talentos, de reconocer su esfuerzo y su disposición, de felicitarles por los éxitos, sin olvidar que, como los fracasos, estos, también pasarán.
Concédeles un poco de tu tiempo. Comparte con él / ella / ellos, aquello que les gusta hacer: sal de paseo, juega, ve al cine, lee un libro o un cuento, conversa, escucha, habla por teléfono, prepara una tarta o un baño de espuma, acaricia su mano, déjate acariciar...
Y todos los días, tantas veces como puedas al día, diles con un "Te quiero" lo que te hacen sentir.
Recuerda siempre: las palabras son importantes, tanto para el que las dice, como para el que las escucha. Pueden marcar la diferencia. La marcan.
El que sabe amar es feliz.
* "Umuntu ngumuntu ngabantu" Una persona es persona sólo a través de otras personas.
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