martes, 28 de julio de 2015

"Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con que afrontes ese sentimiento" Victor Frankl

PERDÓN...! ESTÁ BIEN...! GRACIAS...! TE AMO...!
(ANTE LO QUE ME CAUSA DOLOR ESTA ES LA ACTITUD QUE ESCOJO)

Perdón...!

No fue mi intención ofenderte, pero en algún momento, de alguna manera, lo que dije o dejé de decir, lo que hice o dejé de hacer, no era lo que tú esperabas de mí, y te ofendí. Te pido perdón.

Sé que no fue tu intención ofenderme, pero en algún momento, de alguna manera, lo que dijiste o dejaste de decir, lo que hiciste o dejaste de hacer, no era lo que yo esperaba de ti, y me ofendió. Tienes mi perdón. Y si con él, llega el adiós, te dejo ir.

Asumo mi responsabilidad, y sé que no fue mi intención lastimarme, ofenderme, juzgarme, pero en algún momento, de alguna manera, al dejar que me lastimaran, me lastimé, al dejar que me ofendieran, me ofendí, al dejar que me juzgaran, me juzgué.
En algún momento, de alguna manera, arremetí contra mí, me culpé, no me reconocí como soy, no me amé. En este momento decido conscientemente perdonarme.

Está bien...!

Aquí y ahora, todo está bien.

Piense lo que piense, diga lo que diga, sienta lo que sienta, espere lo que espere, la vida no se detiene.

En medio del dolor, de la rabia, de la ira, de la tristeza, del rencor... que siento, en este momento, la vida está sucediendo.

La vida sucede en mí, en el aire que respiro. En medio de este caos, mi corazón sigue latiendo.

Puedo resistirme, luchar, huir, negarlo... Puedo sumirme en la desesperación, no aceptar lo que está ocurriendo, que la vida no va a ceder.
La vida me está retando a recordar lo que soy, a recordar lo que tengo: la voz de mi corazón, que, en medio del dolor, sigue latiendo.

Gracias...!

Porque todo está en mí, todo es posible; en cualquier situación, y por doloroso que sea el momento.

Cada emoción tiene una causa, la mayoría fruto de un pensamiento, cada causa una respuesta, cada respuesta un efecto.

Todo forma parte de este Todo que soy.  Todo tiene sentido.

Gracias a lo que hoy siento, elijo cómo lo vivo.

Te amo...!

Aun cuando no te quiero, te amo.
Sí, aun cuando no te quiero, dolor, ahora que estás aquí, Te Amo.

No puedo evitar la tristeza, la rabia, el miedo, el enojo...
No puedo evitar ninguna emoción que ahora siento.
Pero aun cuando no las quiero sentir, cuando las siento, en mi Corazón, como mensajeras que son, las amo.


martes, 21 de julio de 2015

"Cuando el perdón es nuestro camino, y el amor nuestra razón para estar vivos, entonces la gratitud jamás se encontrará lejos." Jeff Foster

CULTIVA LA GRATITUD

Si perdonar te libera de lo que no te deja avanzar,
y aceptar es el punto de partida del cambio,
la gratitud es el poder que lo sustenta,
y dar las gracias la mejor forma de honrarlo.

Por afecto, respeto o educación, dar las gracias es una práctica que realizas a diario. 

Dar las gracias es la expresión verbal, cortés y/o sentida, con la que respondes cuando algo te es dado sin que tú hayas intervenido directamente en su consecución.

Sentirte agradecido, por lo bueno que la vida te da, es natural.
Entender que, aunque no lo parezca, TODO lo que te da la vida es un don, y sentirte igualmente agradecido, es abrir las puertas a la gratitud.

La gratitud, la verdadera gratitud, la gratitud incondicional, aflora en ti cuando confías en la Vida. Sin expectativas, sin juicios, sin limitaciones.
Cuando confías en el orden oculto, en el equilibrio perfecto que hay en tu vida, en el orden y el equilibrio perfecto de todo el Universo.
Cuando percibes las adversidades no como problemas o castigos, sino como oportunidades, como dones, como retos; y a tus adversarios, a tus ofensores, como otros más de tus maestros.
Cuando al mirar hacia atrás te das cuenta de que no hay nada que no merezca ser perdonado, valorado, amado por ti, y lo perdonas, lo valoras, lo amas.
Cuando sientes en tu corazón que ya no hay nada que hoy no agradezcas..

Cultiva la gratitud: Para cerrar este círculo, te propongo que vuelvas a la carta que escribiste en el ejercicio del perdón.

Si no lo hiciste y quieres, puedes hacerlo ahora. Escribe lo que te dolió de esa persona a la que sigues atado/a desde el resentimiento. Empieza o termina las fases con un "te perdono". Imagínala sentada frente a ti mientras lees lo que has escrito.

Si la escribiste y la tienes, vuelve a leerla ahora. Una vez aceptado y perdonado ya no ocupas el lugar del ofendido, ni quien imaginabas a tu lado el lugar del ofensor. Por tanto ya no hay dolor. Piensa si de lo que pasó, de lo que tienes escrito, hay algo por lo que sentirte hoy agradecido. Tómate tu tiempo. Observa todo lo que te ha llevado hasta aquí, hasta este momento.

Redacta de nuevo la carta o complétala dando las gracias a su destinatario por lo que sea que de ello has aprendido o te ha servido.Empieza o termina las frases con un "te doy las gracias".

Al terminar léela en voz alta, quizá puedas hacerle llegar tu amor incondicional.


Recuerda:

La gratitud es una cualidad inherente a tu Ser, 
por lo tanto es incondicional.
Dar las gracias, sentirte agradecido, te conecta con tu Ser, 
con el Ser de los otros, con el Ser de todo.
Somos uno.








martes, 14 de julio de 2015

"Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma" Carl Gustave Jung

CULTIVA LA ACEPTACIÓN

La vida es activa.
La vida es dinámica.
La vida es movimiento.
La vida es lo que es
en cada preciso/precioso momento.

Confía en la vida, en el fluir constante de la vida. Aun cuando ésta no sea como esperabas, como soñabas, como te gustaría que fuera, la vida es perfecta como es. Este momento es perfecto como es.

Todas y cada una de las personas que están es tu vida, que pasaron por ella, son perfectas como son. Todas tienen su misión, o no estarían.
Todas y cada una de las situaciones que vives son perfectas como son. Lo que pasó fue lo único que podía haber pasado. Es por eso que pasó.
Todo lo que llega, llega en el momento preciso, nunca antes, ni después, por mucho que tú te empeñes. Y así como llega se va en el momento preciso. Esa es su libertad.

La vida no es tu enemigo, -a no ser que tú seas tu enemigo-. La vida eres tú.

Acepta la vida, tu vida, en su Plenitud.
En la plenitud no hay ausencias. La ira, el enojo, la tristeza, el dolor, forman parte de la plenitud; como la serenidad, la bondad, la satisfacción, la alegría, también forman parte de ella.

Acepta tu tristeza, tu rabia, tu enojo, tu dolor... Acepta tus equivocaciones y tu frustración.
Acéptate incluso cuando sientes que esa no es tu mejor respuesta.

No rechaces ni una sola emoción, por dolorosa que sea.
No rechaces ni uno solo de tus pensamientos por el hecho de que no deberían ser como son. 
No los evites, no los juzgues, no los niegues.
Es la resistencia, la lucha, la no-aceptación, lo que causa el sufrimiento.

No puedes cambiar lo que es, pero sí tu actitud con respecto a lo que es. Y para poder cambiar tu actitud, la aceptación es el punto de partida.

La aceptación es el punto de partida del conocimiento.
La aceptación no es resignación, es acción.
La aceptación es compromiso.

Cultiva la aceptación: No se de ninguna práctica, de ningún ejercicio, que te lleve a aceptar lo que es, salvo aceptarlo, pero quizá te sirva de algo, la siguiente reflexión.

¿Puede el cielo, el inmenso cielo azul, no aceptar alguna de sus nubes?
¿Puede el mar, el vasto mar, no aceptar alguna de sus olas?
¿Puede el color rojo negar en sí mismo alguna de sus tonalidades?

¿En qué le cambia al cielo, que es cielo, la negra nube que hoy le viste? ¿Deja de ser cielo, inmenso cielo azul, para ser negra nube? ¿Deja el mar, el vasto mar, de ser mar, para ser tsunami? ¿Es el rojo carmín una entidad separada del rojo? 
¿Dejas de ser tú quien realmente eres para ser furioso, violento, ofensor, ofendido?

Las nubes van y vienen en el inmenso cielo azul, las olas van y vienen en el vasto mar, los pensamientos, las emociones, los sentimientos, van y vienen en el inmenso y vasto espacio abierto de conciencia que eres.

Una nube no define al cielo. El cielo está limpio. El cielo está nublado.
Cuando la ola ha pasado las partículas vuelven al mismo lugar donde se encontraban antes de llegar la ola. El mar está embravecido, El mar está calmo.
Lo que realmente eres no se va a ninguna parte. No desaparece en un pensamiento, en una emoción, o en una acción. Lo que eres, "es" siempre. Siempre presente contigo, en el momento presente.


Recuerda:

La aceptación es inherente a ti.
Acepta la aceptación inherente a ti, aceptando lo que eres realmente.
Lo que realmente eres es Amor. Amor Incondicional.
La aceptación es inherente al Amor Incondicional.





martes, 7 de julio de 2015

"Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón" Facundo Cabral

CULTIVA EL PERDÓN

Cuando llegues al convencimiento de que lo que hiciste, lo hiciste lo mejor que pudiste en ese momento, con lo que sabías en ese momento, comprenderás que, de igual modo, aquel que te ofendió, hizo las cosas lo mejor que pudo en ese momento, con lo que sabía en ese momento.

No guardes rencor

Para disfrutar del presente, para poder avanzar, es necesario liberarse del pasado que encadena.

El perdón no es un sentimiento, es una decisión.
La decisión consciente de alejar de tu vida aquello que te esclaviza.
Sólo el Amor te hace libre.
El perdón es una expresión de amor.

Perdonar es dejar ir lo sucedido.
No es negar lo que ocurrió, ni justificar al que hirió.
Es dejar ir los pensamientos que te causaron dolor,
y que hoy te llenan de resentimiento.

Perdonar es entender que todos cometemos errores.
Que las equivocaciones forman parte de la evolución.
Que una equivocación, que causa o te causa dolor, es una enseñanza,
y que de ambas eres el único responsable.

Perdonar es asumir tu responsabilidad en el devenir de los acontecimientos.

Perdonar es aceptar, al fin, que aunque el dolor sea ya inevitable, 
seguir sufriendo por lo que pasó, seguir esperando una compensación, un castigo, una venganza..., seguir atado al pasado desde la ira, el enojo, la culpa, el rencor..., no sirve de nada,
y que tuya, sólo tuya, es la elección. 

Libérate.

El mayor beneficiario del perdón eres tú mismo.


Ejercita el perdón: Piensa qué es lo que te ata a las personas desde la culpa y/o el resentimiento.
En algunos casos basta con que les expreses lo que sientes, sin esperar nada. Expón lo que le duele a tu corazón. Perdónales, perdónate, y si has sido tú el/la que ha ofendido, pide perdón.
Si las personas que te dolieron ya no están en tu vida, o aún no te encuentras con fuerza para enfrentarte a ellas, escríbeles una carta. Imagínalas sentadas a tu lado mientras lees lo que has escrito. Empieza y/o termina las frases con un "te perdono". Siéntelo dentro de ti al pronunciarlo. No te resistas a ninguna emoción, dales su espacio y su momento, luego, déjalas ir.
No es necesario que mandes la carta. No la tires, guárdala.


Recuerda:

Todos tenemos nuestra propia historia.
Todos estamos en nuestro propio proceso de evolución.
No juzgues, ni culpes a nadie, tampoco a ti.
Las palabras, pensamientos, comportamientos, carentes de armonía, provienen de sufrimientos del pasado no resueltos.
La gran fuerza "sanadora" es el perdón.