viernes, 16 de diciembre de 2016

Viendo, sin ver

         Lo que veo no es lo que veo, es lo que pienso que veo   
     Siempre que miro, algo se antepone entre lo que miro y yo: mi pensamiento.

Esto es así de tal forma que nunca llego a relacionarme directamente con lo que veo, -con lo que es-, sino con lo que creo estar viendo, -con lo que pienso que es-.

En consecuencia, sea cual sea mi respuesta, sea cual sea mi reacción, ésta no viene dada por lo que veo, -por lo que es-, sino por lo que interpreto que estoy viendo, - por lo que pienso que es-.

Que lo que es, es lo que es, no tiene vuelta de hoja.

Que lo que interpreto que es, con lo que me relaciono, y ante lo que respondo de una u otra manera, es fruto, única y exclusivamente, de  mi pensamiento, tampoco.

Pues bien, si la intención de este viaje es Ver, la primera nube a la que he de hacer frente es a la nube de mi pensamiento.



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