viernes, 15 de mayo de 2015

"La mejor historia de amor es la que se tiene con uno mismo" Oscar Wilde

OCTAVO EJERCICIO. AGRADÉCELO

Si has empezado a verte sin apartar los ojos de ti, y sonríes, has empezado a aceptarte.

La aceptación es la clave de la felicidad.

Si quieres mejorar algo estás en el camino. Lo que no aceptas termina por dominar tu pensamiento. Y "somos lo que pensamos", ¿recuerdas?.

Libérate.

Aquí y ahora, reconoce la maravilla que hay en ti, el increíble regalo que es tu cuerpo.

Este es el ejercicio: cada vez que te detengas, cada vez que te veas, cada vez que actúes, agradéceselo, consciente y sinceramente, a tu cuerpo.

Da las gracias a tus pulmones cuando respiras; a tu estómago e intestinos cuando comes; a tus riñones, a tu hígado, y también a tu corazón...; a todos tus sistemas: ese conjunto de órganos y estructuras que trabajan para cumplir su función...; a tus huesos, a tus músculos, tendones y articulaciones cuando andas; a tu laringe, a tu faringe, a tus cuerdas vocales por tu voz..., y a tu cerebro, por su excelencia, por adaptarse a tus nuevos pensamientos, y por cada emoción...

Porque eres único/a. Porque tu cuerpo es único. Porque Piensas, Sientes, Actúas... Vives... gracias a él, Agradécelo.

La felicidad aflora donde se practica la gratitud.


1 comentario:

  1. Cuando uno aprende a amarse y perdonarse quizas es cuando se aprende a vivir

    ResponderEliminar